La columna de Lanús: La pregunta que sumará otro año sin respuesta.

Fecha 29: Lanús 2-0 Huracán

Por Julián Micheles

Fui a buscar la foto al archivo y me sorprendió la primera. Fecha 19 del Clausura 2006, cuando todavía eso implicaba final de campeonato y temporada. Pitazo final de Lunati. El rival es Estudiantes, el resultado 1-1 y el goleador, Diego Manicero. ¿Qué retrató el lente de la cámara? Llanto, desazón y algo de bronca (VER FOTO). Cualquiera diría hoy, con las circunstancias mencionadas, que se trataría de un descenso.

Pero no. El Granate necesitaba los tres puntos para jugar por primera vez en su historia la Copa Libertadores, y con la igualdad se se plantó en la puerta, teniéndose que quedar con la Sudamericana, que estaba asegurada desde la noche anterior y se había festejado en la previa. Después de casi una década -con promoción en el medio incluida- el Granate había logrado volver al plano internacional, aunque con el gustito de haberse quedado sin el premio mayor.

La ficha de la cuarta salida al continente en la historia caería después, pero en ese momento, la incógnita era cuántas veces más iba a poder llegar hasta ahí Lanús... A estar tan cerca. Con lo que le había costado todo en sus más 90 años de vida, una vez que había llegado a la parte de la tabla que te saca a relucir el escudo a otros países, la alegría no podía ser completa: ¿Cuánto debería esperar Lanús para volver a llegar hasta ahí? ¿Podría hacerlo alguna vez?

El año que viene se van a haber cumplido 13 años de aquella tarde de mayo y todavía en el Sur seguirán sin poder contestar a las preguntas que se repetían en la cabeza de los Fabbiani, los Velázquez, Pelletieri, Leto, Aguirre hasta los dirigentes y pasando por Ramon Cabrero. Desde ese día, Lanús no volvió a llegar nunca más ahí. No lo necesitó porque hizo algo muchísimo mejor y todavía más difícil: se mantuvo.

Serán 13 años donde Lanús se fue de copas en cada uno de ellos, pero nunca se emborrachó. Ratificó constantemente cada participación internacional con resultados deportivos y crecimiento institucional. Y así entonces una cosa fue de la mano con la otra hasta convertirse en una rueda que hoy parece no detenerse, mientras que a otros, pasar por la misma situación terminó siendo un calvario que terminó costando más de lo que alegró. Por ahora será la Sudamericana, para la Libertadores hará falta un milagro en la última fecha o una consagración en el segundo semestre, algo que parece mucho más sencillo que la combinación de resultados que deben darse el martes.

En la actualidad parece estar naturalizado y exigido aquello que hace poco más de una década era casi impensado. La vara se elevó notablemente desde entonces, y por eso hoy -después de sumar tanta experiencia- el hincha le apuesta al sueño americano. Como en ese domingo ante Estudiantes donde la sensación era de que era LA chance de conocer la Libertadores, en este 2017 sobrevuela en Arias y Guidi un parecer similar. Lanús tiene un plantel de nombres propios (hoy lo demostró una vez más Acosta, por citar un caso) y jerarquía que, con el esfuerzo de los dirigentes por sumarle peso, puede permitirse la ilusión.

A ver si de tan arriba que se mantuvo en todo este tiempo, puede meterle una caricia al cielo con las manos.

Por @JuliMicheles

Fuente: tycsports.com

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