Por PABLO MENDEZ SHIFF
En los últimos dos meses, miles de ciudadanos se movilizaron por las calles en la defensa de las polÃticas de memoria, verdad y justicia, y de la educación pública y en reclamo de que el gobierno tome medidas para paliar la actual crisis de empleo. Además, en algunas regiones del sur se han producido fuertes protestas contra el ajuste tarifario que incidirá en el nivel de actividad de diversos sectores y en el nivel de vida de gran parte de la población. ¿Cómo se pueden interpretar estos hechos? ¿Son parte de una trama de resistencia contra las polÃticas de Mauricio Macri?
Mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogiaba “la polÃtica de derechos humanos” de Macri, una multitud se congregó en las principales ciudades del paÃs, con epicentro en la Plaza de Mayo. La conmemoración del 40° aniversario del último golpe de Estado estuvo atravesada con fuertes crÃticas a la actual gestión de gobierno. Uno de los párrafos más duros del documento “Sin derechos no hay democracia” escrito en conjunto por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo-LÃnea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones PolÃticas e H.I.J.O.S. Capital y leÃdo en la plaza, se trazó un panorama polÃtico de la región:
“Hoy, nuestra Patria Grande está siendo atacada, porque las corporaciones no quieren perder su poder. Son los mismos que empobrecieron al paÃs con la deuda externa de sus empresas y dañaron con sus crÃmenes los que hoy vuelven a la Casa Rosada: los Macri, la Nueva Provincia y la Sociedad Rural Argentina. Son los mismos y persiguen el mismo objetivo: atacar al pueblo organizado”.
“No sé calcular cuánta gente fue y no sé si otros saben, pero fue fabuloso. Fue la marcha más grande que recuerdo”, dijo esa semana Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-LÃnea Fundadora. “Ni la de los veinte ni las de los treinta años fueron como ésta. Y lo más importante es que las diferencias no contaron. Todos sabemos lo que queremos, y sabemos lo que no queremos. Volvimos a estar todos juntos en la calle sin enfrentamientos, sin estar unos contra otros como en otros años”, resaltó.
Como dato de relevancia: además de los organismos de derechos humanos y las principales organizaciones polÃticales y sociales, marcharon juntas, por primera vez en muchos años, la CGT Azopardo, la CGT oficial y la CTA de los trabajadores.
Los trabajadores
En las vÃsperas del DÃa del Trabajador, las dos CGT y las dos CTA marcharon juntas hasta el Ministerio de Trabajo con la intención de marcarle la cancha al gobierno y advertirle que, de no tomar medidas que protejan al empleo, se las tendrán que ver con un escenario de fuerte conflictividad social. En el documento oficial que consensuaron las centrales obreras, se hizo foco en cinco puntos: emergencia ocupacional, impuesto a las ganancias, asignaciones familiares, 82 por ciento móvil a los jubilados, derecho a huelga sin aplicación del protocolo de seguridad y la no intromisión del gobierno en la vida sindical.
“Me parece que el dato mas relevante es el proceso de unidad de todas las centrales obreras”, señaló el Doctor en Ciencias Sociales y Humanas Sergio De Piero en diálogo con Nuestras Voces. Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y FLACSO y autor de un reciente libro sobre las movilizaciones polÃticas del peronismo, subrayó: “Eso es muy novedoso, porque el movimiento obrero se partió con la llegada del menemismo y practicamente no tuvo experiencias de unificación a partir de allÃ. Acá a solo cinco meses de asumir el gobierno, los dirigentes sindicales, acuerdan este proceso, el cual parte de la certeza de que las polÃticas que que lleva adelante Cambiemos, pone en serio riesgo los pilares del ámbito laboral: los salarios y los mismos empleos, en un contexto donde otros actores, han logrado notables beneficios”.
Uno de los ejes de la marcha sindical de abril pasado fue la ley antidespidos que en ese momento se estaba discutiendo en el Congreso y que ayer el presidente Macri decidió vetar. Los cuatro dirigentes sindicales –Hugo Moyano, Hugo Yasky, Antonio Caló y Pablo Micheli- se encontrarán hoy en Mar del Plata y analizarán los pasos a seguir. ¿Cuál es el escenario más esperable?
“Quedó claro que el macrismo no está dispuesto, por ahora, a ceder. Los lÃderes sindicales tienen por delante la tarea de la unificación y construir un liderazgo, tareas que no son fáciles, aunque los une la ´amenaza´ de las polÃticas de la alianza Cambiemos.
Dirigentes sindicales con los que pude dialogar me presentaron un escenario realmente grave respecto a lo Ãndices de desempleo esperados en el transcurso de un año, en el caso de continuar esta polÃtica de apertura y ajuste. Entonces, la propia dinámica polÃtica los va empujar hacia una situación de mayor confrontación, con una base que se moviliza con mucha rapidez, sin necesidad que los dirigentes las convoquen”, analizó De Piero.
Los estudiantes
Tras semanas de paro y actividades, docentes y estudiantes de universidades públicas realizaron un acto frente al Ministerio de Educación para exigir más fondos para las universidades nacionales, incrementos salariales y la implementación del boleto estudiantil. Alrededor de 50.000 personas se congregaron a las 16 frente a la Plaza Houssay, frente a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y desde allà marcharon hasta el Palacio Sarmiento en un jornada que se extendió hasta la noche.
Fue la primera marcha que en 15 años pudo aglutinar a todos los sindicatos de docentes universitarios y todos los sectores valoraron ese hito. Entre los reclamos más acuciantes, se encuentra el relativo al propio funcionamiento de la universidad pública –el presupuesto aprobado por el Congreso el año pasado no contemplaba el tarifazo decidido por Macri a principios de este año- y a la recomposición salarial de docentes, investigadores y ayudantes. Federico Schuster, ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y actual consejero superior de esa casa de estudios, lo graficó esta mañana de la siguiente manera: “El problema inmediato generó que, funcionando con un presupuesto aprobado en otro contexto, las universidades no tienen el dinero para seguir haciéndolo y en todo caso no llega en tiempo y forma en todos los casos”. En diálogo con Mario Wainfeld en Radio Nacional, resaltó: “Además, preocupan las miradas que se están dando sobre la educación pública que van a llevar a la aprobación del presupuesto del año que viene”.
Schuster, quien desde su sector impulsó la firma del petitorio UBA De Pie que logró la adhesión de 50.000 firmas, manifestó que “en muchos sectores del gobierno hay incomprensión acerca de lo que es la universidad pública o una idea, más a la chilena, de que cada universidad debe desarrollar sus actividades como pueda y que no importe si es estatal o no lo es”.
¿Frente Ciudadano?
¿Cómo se puede leer a estos tres actos masivos que se registraron en los últimos meses? ¿Hay atisbos que puedan indicar que son el comienzo de una nueva dinámica social, de una nueva alianza entre actores? “Creo que confluyen dos variables. Una es que la polÃtica de shock llevada adelante por el gobierno tuvo un impacto negativo inmediato en los asalariados, que llevó a la gente a reclamar de inmediato. La segunda variable es quizás más importante: los últimos años se caracterizaron por una apelación a la movilización colectiva constante.
El kirchnerismo construyó poder con esa herramienta, y esta impronta fue en parte apropiada por los propios ciudadanos que se movilizaron como primera reacción ante los ajustes, los despidos y los tarifazos. Hay, evidentemente, una práctica polÃtica instalada y apropiada”, analizó De Piero.
¿Es posible leer a estas marchas en sintonÃa con la propuesta de construir un Frente Ciudadano, amplio y por fuera de las fronteras partidarias, mencionado por Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de reaparición? Responde el politólogo: “La convocatoria es interesante y me parece que responde a que, efectivamente, los que se movilizan no lo hacen desde una única identidad polÃtica, aunque sin dudas la adhesión al kirchnerismo es importante, pero no la única. Al salir a plantear esa propuesta, Cristina Fernández asume esa realidad y plantea un movimiento polÃtico más hacia adelante que hacia atras. El dÃa de la marcha de la CGT, luego de una relación dificil con algunos dirigentes sindicales, la ex Presidenta dijo ´El pueblo salió a la calle´: le dio una entidad propia a esa movilización. Ahora, el salto a una construcción polÃtica desde estas importantes movilizaciones, creo que debe esperarse para ver resultados. El año que viene hay elecciones, y podremos ver por cuáles senderos se generan las ofertas electorales opositoras y cuánto son capaces de retomar esta movilización polÃtica ya en marcha”.
@pableshiff
Fuente: nuestrasvoces.com.ar